Carlos Jáuregui fue un indispensable en la lucha por los derechos de las personas que componen el colectivo LGTBIQ+, haciendo de nuestro país un lugar más justo e inclusivo.
Cada 20 de agosto, se celebra en Argentina el día del activismo por la diversidad sexual en memoria por su fallecimiento en 1996.
De su corta y enriquecedora vida, podemos destacar que en 1984, con la recuperación de la democracia política en el país, fundó junto a otros integrantes la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) y fue elegido como su primer presidente.
En el año 1991, tras abandonar la CHA, formó “Gays por los derechos civiles”, proyecto que logró instalar al colectivo LGTBI en la lucha por la igualdad jurídica, dentro del activismo igualitarista internacional. Y, al año siguiente, organizó la primera marcha del orgullo en el país, el 2 de julio de 1992.
En el libro «Acá estamos: Carlos Jáuregui, sexualidad y política en la Argentina», Diana Maffía cuenta: “Carlos ya en el año 1985 explicaba una y otra vez por qué debía añadirse ´sexualidad´ además de ´sexo´ entre los motivos de no discriminación”.
En la misma publicación, Pecheny, resalta la importancia de su legado: “Carlos (…) encarnó la posibilidad de usar el lenguaje de derecho como articulador y no como fragmentador. Metió el adjetivo ´civiles´ en las lenguas del activismo: en democracia política, ser parte de quienes tienen derecho a tener derechos (…) es cuestión de ciudadanía”. Y concluye: “Matrimonio igualitario y reconocimiento de las identidades de género serían sencillamente impensables sin las conquistas que Jáuregui promovió e hizo existir”, por ejemplo, la Constitución de CABA, donde por primera vez en Argentina se incluye como causal la discriminación por orientación sexual.
Comisión de diversidad sexual e identidades de género
AABA